domingo, 2 de junio de 2013

Ariadna/Ἀριάδνη

Hija de Minos, rey de Creta, y Pasifae. Su nombre significa “la de gran pureza”. El mito en torno a Ariadna se organiza en torno a tres representaciones simbólicas de la mujer enamorada: iniciadora heroica, amanta abandonada y esposa divina.
Ariadna se enamoró locamente de Teseo, príncipe ateniense que había llegado a Creta para combatir al Minotauro, hermanastro de esta. Le ayudó a salir del Laberinto proporcionándole un ovillo de oro que le había dado Dédalo, que Teseo utilizó para poder encontrar la salida del Laberinto. Ariadna traicionó a su padre por su amante y huyó con él para poder huir de la ira de su padre. Sin embargo, Teseo la abandonó cuando esta dormía en al isla Naxos, según unas versiones por el carácter infiel del héroe y según otras por orden de los dioses. Al despertar, apareció Dionisio en su carro tirado por panteras y seguido de su cortejo. Fascinado por la belleza de la joven, la convenció para que se casara con él y la llevó al Olimpo, donde le ofreció una diadema de oro; esta diadema se convertiría en una constelación. De esta unión divina (hierogamia) nacerían varios hijos.


La figura de Ariadna aparece en expresiones como “El hilo de Ariadna”, que se usa para designar al camino seguido para resolver un problema complejo.
En la literatura, con autores como Chaucer (la Leyenda de las mujeres ejemplares); Lope de Vega (El laberinto de Creta); Nietzsche (Ditirambos de Dionisio) y muchos otros.
En el arte, es representada en su mayoría durmiendo o junto a Baco.

Y en la música, inspirando a numerosos compositores, entre ellos Monteverdi, el primero en inspirarse en el personaje para su ópera Ariadna.

1 comentario:

  1. Buena reseña, Andrea, digna de la asignatura de Referentes Clásicos... de 2º de BAT.Interesante la profundización en el personaje de Ariadna.

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